Una Caricia de Dios
Una Caricia de Dios
Hace 48 años, mi mamá fue a una Casa de Retiro en Chaclacayo, con mi hermano que estaba mal de salud, para que el clima de la zona contribuyera a su mejoría, como años antes había hecho conmigo llevándome a Chosica casi todos los fines de semana. De hecho, ese trayecto que demoraba tres horas desde casa, lo hacía por el Amor de Dios que había sido derramado para sus hijos.
Resulta que ahí conoció a una monja anciana que al
entrar en conversación con ella, le habló del amor que sentía por sus dos
hijos. Y como inspiración divina le entregó a mi madre dos medallas milagrosas
diciéndole que sus hijos serían llamados por Dios e iban a contar con su
protección.
Comentarios
Publicar un comentario